Te recomiendo leer el texto con la galería de fotos del viaje en otra ventana, para así poder seguir el argumento un poco mejor.
Ante todo cabe decir que el viaje fue de menos a más.
El primer fue todo un kaos para nosotros. Tras dos horas y media de vuelo desde Palma, llegamos a Berlín con todo nuestro equipaje pero con un tiempo de perros. Nublado por todas partes y con lluvias a cada momento.
Si algo he de destacar de Berlín, antes de nada, es el transporte público... sencillamente GENIAL! la verdad es que no sé como se ganan la vida los taxistas en esa ciudad porque en las paradas de autobús no tuvimos que esperar nunca más de 5 minutos, en las estaciones de metro y tren como máximo 2 ó 3 minutos y los tranvías, pese a que no los usamos, tenían también una afluencia continua.
Antes de las 11 de la mañana ya estábamos en el hotel (Foto 2) y con las maletas en nuestra habitación. Decidimos aventurarnos a coger el tren, el metro y algún que otro bus para ir en busca y captura de el Museo Judío de Berlín. Personalmente, de todo lo que vimos, es lo que menos me gustó. Pero siempre recomendable para todo el que quiera ir. La entrada cuesta unos 4€ si tienes la tarjeta de Bienvenida (Welcome Card), una tarjeta para turistas que te permite viajar en todos los transportes públicos y te concede descuentos en atracciones turísticas.
Bueno, a lo que iba.... el primer día nos aventuramos con todo tipo de vehículos y nos perdimos, hacía un día tan malo que con las justas podíamos andar con un paraguas en la mano, el museo Judío, después de tanta vuelta, no nos gustó tanto y para colmo no pude hacer casi ni una foto...
Al principio cuesta un poco hacerse con los servicios de metro y tren especialmente, porque no puedes preguntarle a nadie si ese que vas a coger va en la dirección que quieres. Yo iba bien preparado, pero aún así, me colé varias veces el primer día, jajaja. Llevaba en mi móvil toda la red de trenes y metros de Berlín y un programa llamado "Metro" en el que pones el punto de salida, pones el punto de llegada y te dice qué tren/metro/bus has de coger para llegar, el número y nombre de las paradas que hace, el tiempo aproximado que tarda en hacer el trayecto... una pequeña maravilla metida en un móvil PDA ;) Pero bueno, como digo, al principio me costó acostumbrarme al transporte público, incluso con las "chuletillas"
El segundo día fue muchísimo mejor. La visita al campo de concentración de
Sachsenhausen (fotos de la 6 a la 21). No es que se pueda decir que es una visita guapa, conforme te van contando "in situ" todo lo que sucedía en cada habitación que visitábamos ponía los pelos de punta... pero sí puede decirse que es una visita muy interesante y recomendable al 100%.
Esa misma tarde día hicimos más cosas, pero no recuerdo qué
, las excursiones duran una media de 6 horas y ésta salió a las 10 de la mañana así que a saber lo que pudimos hacer. Por la noche sí recuerdo que fuimos a hacer alguna foto nocturna a la Puerta de Brandemburgo y los alrededores (Fotos de la 22 a 24)
El tercer día estuvimos en la ciudad de Potsdam, a 40 minutos de Berlín. Increíble ciudad con una gran historia también en ella. Llena de palacios, castillos, jardines.... imposible irse de Berlín sin hacer una visita a esta cercana ciudad (Fotos de la 25 a 33). Cerca del centro de Berlín se encuentra la Potsdamer Platz, con el Sony Center presidiendo la plaza
. El sitio está bien, luz, color, cuatro terracitas para cenar y con unos cines que incluyen las salas Imax 3D... Si eres aficionad@ a la fotografía, no dejes de ir con tu trípode, yo me lo olvidé ese día por culpa de la lluvia y luego lo lamenté mucho, pero bueno... algo pude hacer (Fotos de la 34 a la 38). En la foto 39 podemos ver la bajada al metro, que la teníamos justo delante de nuestro hotel. Nuestro hotel, el Park Inn, es uno de los edificios más altos de Berlín, tuvimos la suerte de estar en las plantas superiores con unas vistas increíbles (Fotos 45 y 46). Y justo delante de nuestro hotel está la famosa antena de televisión, con un restaurante giratorio en la cúpula que da 2 vueltas cada hora. Una gran variedad de comida (creo que 4 ó 5 tipos de cocina distinta) pero con su "pega" para hacer una reserva en ese restaurante nos digeron que como mínimo había que hacerla con 5 semanas de antelación. La gente que ha estado comenta que el restaurante no es caro, una media de 20€ por persona, pero desconozco si la entrada a la torre (16€ por persona) se ha de pagar en el caso de tener reserva o no. Habrá que preguntarlo porque sino el precio ya cambia bastante.
Sin desviarnos. El cuarto día lo aprovechamos para ir al Zoo y al Aquarium. Dicen que es el Zoo más grande de Europa, y pese a que no puedo compararlo con otros, sí puedo decir que es realmente grande. Para verlo todo con detenimiento se pueden estar fácilmente 4 horas. El acuaro es un poco más sencillo. Habiendo visto el de Palma y el de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia pues no tiene ni punto de comparación con éstos, pero bueno... tampoco está mal. Él día volvió a ser de lluvias constantes por lo que pocas fotos pude hacer allá afuera (Fotos de la 40 a 43). Después del Zoo fuimos por una avenida en la que solo hay tiendas, tiendas, tiendas y máááááááás tiendas.... un desastre para mí pero no para mi esposa! La guinda de la avenida la ponen los almacenes KaDeWe, un lugar que bajo mi ignorante mirada "antishopping", es igualito a los Corte Inglés que tenemos por aquí. Más grandes y más lujo pero a fin de cuentas, más de lo mismo. Recomendable subir a la última planta, la del gourmet. Una delicia de color... una pena que no se pudieran hacer fotos ahí
, era digno de hacer alguna
Por cierto, algo curioso que encontramos tanto en Berlín como en Amsterdam el año pasado, es que en estas ciudades no hay supermercados.... aquí te encuentras un Mercadona, un Erosky o algo similar prácticamente en cualquier esquina. Allá, si quieres comer o beber algo, has de ir a un restaurante. Raro, raro... tendrán prohibido montar los supers en zonas visitadas por turistas para que los restaurantes se lleven unos €urillos extras, digo yo jeje
El último día lo aprovechamos para hacer un tour "gratuito" por la ciudad. Hay varias empresas que no te piden una cantidad fija de dinero por enseñarte los lugares, sino que eres tú quien al final de la excursión has de valorar lo que te enseñaron. Es un método interesante.... si el guía es un muermo o la excursión no te gustó, no tienes por qué estar obligado a pagar lo que no crees justo.
Por desgracia esta última excursión tuvimos que dejarla a medias ya que nuestro avión salía ya, pero la guía nos explicó la historia de la Puerta de Brandemburgo (Foto 47), nos enseñó el Monumento a los Judíos (Foto 48), toda una manzana en pleno centro de Berlín que realmente impresiona mucho y por fin, el último día, pudimos ver un trozo del muro de Berlín (Foto 49). Por toda la ciudad hay trozos dispersos, pero hasta el momento no habíamos visto el muro en sí.... por las justas no lo vemos!
. Y para acabar tenemos el Checkpoint Charlie (Foto 50), un sitio que prácticamente no pudimos ver porque nuestro avión ya salía de vuelta para Palma
El caso es que nos ha gustado tanto esta ciudad, que como nos quedaron cuatro cositas para visitar, hemos decidido volver el diciembre próximo, un fin de semana, para acabar de verlo todo. Recomiendo una estancia de 7 días para salir de ahí sin perderse nada, o casi nada....
Me despido ya... espero que no os haya aburrido demasiado ;) Gracias por leerme!!!
Saludos
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